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LA MEDITACIÓN 5
LA MEDITACIÓN Y LA TÉCNICA I
La meditación no es una técnica, es un entendimiento, una conciencia. Es una cualidad de ser totalmente diferente; no tiene nada que ver con ningún método.
Sin embargo, necesitas un método para aproximarte a la meditación, porque tu entendimiento está muy lejos de la verdad. Aunque en este mismo momento tienes todas las posibilidades para alcanzar la meditación, no lo harás porque tu mente sigue controlándolo todo.
Las técnicas de la meditación llenan el vacío entre la posibilidad y la imposibilidad de meditar. Sin embargo, la verdadera meditación sólo aparecerá al final de toda técnica.
Las técnicas de meditación son científicas porque se han utilizado durante miles de años y han sido experimentados por muchos buscadores de la verdad. Te ahorrarán mucho tiempo, oportunidad, energía e inseguridad, pues son muy útiles para empezar el viaje.
Si las técnicas se utilizan correctamente, tu crecimiento explotará, porque toda la energía de nuestra vida siempre se mueve hacia la cima más alta a la que le permitamos llegar.
De repente, un día, sin saber por qué, pasarás de la técnica a la meditación
Las técnicas son útiles, pero con las técnicas solamente andas a tientas. Un día, sin saber cómo, cuando estás haciendo algo que sea dentro o fuera de las técnicas, te cambiarás en un testigo.
Seguirás haciendo la técnica pero ya no te identificarás con ella. Estarás detrás, mirándola. Aquel día habrás entrando en la verdadera meditación. Aquel día la técnica ya no te servirá de obstáculo ni tampoco de ayuda. Ya no la necesitarás porque habrás entrado en la verdadera meditación.
Las técnicas de meditación son acciones porque tienes que hacer algo. Meditar con la mente es actuar, sentarse en silencio es actuar, e incluso no hacer nada también es un tipo de acción.
De manera superficial, todas las técnicas de meditación son acciones, pero de manera más profunda, no lo son, porque eventualmente, si las haces correctamente, desaparecen.
Al principio, las técnicas requieren un esfuerzo. Luego, si las haces correctamente, el esfuerzo desaparece y todo parece espontáneo y sin esfuerzo, tal como la respiración, que está simplemente allí.
El esfuerzo proviene de la mente. No puedes mandar a la mente que haga algo sin esfuerzo, porque eso es imposible; la naturaleza de la mente es esforzarse.
Cuando te dicen que no hagas nada, tienes que acordarte constantemente de que eventualmente, aunque no lo puedas lograr en este momento, has de ir más allá de la mente.
Todas estas técnicas te ayudan a llegar a un momento sin esfuerzo. De golpe llegarás allí. Estarás sentado o de pie y te pasará algo. No harás nada, sólo estarás conciente, pero te pasará algo.
La transformación, la realización interior no puede ocurrir con el esfuerzo, porque el esfuerzo es un tipo de tensión. Con el esfuerzo, no puedes relajarte totalmente. El esfuerzo es una barrera a la meditación; un día u otro, si sigues las técnicas correctamente, el esfuerzo caerá por su propio peso.
Estas técnicas son sencillas, y para nuestra mente las cosas tan sencillas no le atrae. Si las técnicas son sencillas, la mente piensa que la meta está muy cercana y muy fácil. Si la meta es tan fácil, parece ridículo que la mente no la pueda conseguir. Para no sentirse tan ridículo, el ego decide que estos métodos tan sencillos no pueden ayudarnos.
Al ego siempre le interesan las cosas difíciles. Cuando algo es difícil hay un reto y cuando el ego supere la dificultad se siente satisfecho. Esto es una delusión. Acuérdate de que lo que atrae a tu ego no puede ayudar en tu crecimiento espiritual.
Estas técnicas son tan sencillas, que puedes lograr todo lo que sea posible para la conciencia humana en cualquier momento que decidas.
No hagas nada si no sabes cómo hacerlo. La mente es muy complicada, compleja y delicada; cualquier cosa que hagas sin saber creará más complicaciones. No sabemos casi nada de la mente. Es la cosa más complicada que exista, no hay nada que compare con ella, y no se puede jugar con ella.
Estas técnicas se basan en una conocimiento muy profundo de la mente humana. Cada técnica lleva una larga historia de experimentación y está completa y perfecta tal cual.
Por esta misma razón, nunca mezcles las técnicas. Utilízalas tal como se te presentan. No las cambies, no intentes mejorarlas, porque no las puedes mejorar.
Antes de emprender una técnica, sé completamente seguro de que la hayas entendido. Si no estás seguro, es mejor no hacerla, porque cada técnica está ideada para causar una revolución dentro de ti.
Aquí acaba la quinta enseñanza sobre la meditación.
Estamos dispuestos para contestar cualquier pregunta sobre la meditación.